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jueves, 1 de noviembre de 2012

Ya no sé quién eres, Ali Knight.

El argumento: Una noche como otra cualquiera, Kate Forman despierta sobresaltada por unos ruidos que parecen provenir de la planta baja de su casa, cuando baja con la intención de repeler a un ladrón, se encuentra con la dantesca imagen de su marido, Paul, borracho, desorientado y con las manos llenas de sangre, diciendo una y otra vez que ha matado -a algo o a alguien- Kate nunca ha visto así a Paul y no entiende nada, pero se siente intranquila. Cuando pocos días después de este suceso, aparece el cadáver de una atractiva mujer que trabajaba con Paul, a Kate le viene inmediatamente a la cabeza lo que vio aquella noche y las dudas crecen en su interior. ¿Habrá sido Paul capaz de asesinar a una persona? ¿Sabe realmente ella quién es el hombre con el que está casada?

Mi opinión: Me ha gustado esta novela más bien  breve (232 páginas) en las que en ningún momento dejas de sospechar de unos y otros, pues van apareciendo indicios que invariablemente van acusando a todos los personajes.
Las dudas de Kate Forman están tan bien formuladas, apoyadas por el secretismo con el que Paul quiere llevar el accidente de aquella noche, pues se niega a hablar de ello incluso con su esposa; hacen que de inmediato el lector comience a sospechar también de él. 
Situada en Londres y ambientada en el mundillo de la telerrealidad, en programas de investigación y divulgación de crímenes sin resolver y escenas de gran dramatismo, el caso del asesinato de la joven que ideó el programa en el que Kate trabaja como documentalista y del que Paul es el productor, es un blanco perfecto para crear alrededor de esta escena toda una interesante novela.
Los personajes me parecen muy logrados, desde Kate, que te traspasa su intranquilidad sobre quién es verdaderamente su marido, Paul y sus misterios, que nunca acaba de tranquilizar al lector, sobre todo por un par de escenas en las que sufre unos extraños arrebatos en los que llega a agredir a Kate, lo cual le hace parecer todavía más culpable.
Como colofón y para darle más intriga, están envueltos en medio de los problemas de Kate y Paul, los hijos de ambos, Josh y Ava, de 9 y 4 años, que juegan un papel importante, sobre todo en el desenlace de la historia. 
Pero la creadora del programa Crime Scene no es la única víctima del misterioso asesino, y pronto aparecerá otro cadáver, que acabará por enredar del todo la trama y hacerlos ver a todos aún más sospechosos. Porque llega un momento en el que todos parecen ser potenciales asesinos. 
El final de la novela me ha gustado, todo parece quedar atado y bien atado, y justo cuando parece que los protagonistas han superado el trance y van a ser felices y comer perdices, sucede algo... Los misteriosos gestos de Paul y las dudas de Kate, nunca acabarán de disiparse, ¿o sí?
La autora no cuenta con perfil propio en Wikipedia, al menos de momento, pero sí tiene su propia página web, en inglés, aquí.